Por Darwin Franco
“El trato parejo para todos los competidores del sector de telecomunicaciones” que hace unas semanas proponía realizar Dionisio Pérez-Jácome, encargado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), hoy parece ser más dispar nunca porque pese a justificar jurídicamente las acciones y multas contra Telmex-Telcel, las sospechas de que esto se realiza para favorecer a Televisa son inevitables.
El 27 de mayo, la SCT negó rotundamente a Telmex el cambio en su título de concesión con lo cual impide que la empresa de Carlos Slim pueda ofrecer legalmente servicios de televisión por señal restringida. (Aunque no hay que olvidar que indirectamente ésta ya lo hace a través de Dish).
Esta decisión se tomó porque a decir de la SCT, Telmex “no reúne los requisitos previstos en el marco normativo” para ofrecer este tipo de servicios. Al marco normativo al que la SCT hizo referencia, específica, es al Acuerdo de Convergencia”, publicado por esta misma entidad el 3 de octubre de 2006. Este Acuerdo, por cierto, opera sin un marco jurídico o convenio propio que transparente la entrada de las empresas al negocio del Triple Play, pues su publicación se ha retardado cerca de 5 años cuando la ley marcaba un plazo de 75 días. Lo que tenía que publicarse a inicios del sexenio de Felipe Calderón se ha prolongado hasta el final de su periodo.
Este Acuerdo, negociado y publicado en el gobierno de Vicente Fox, establecía una serie lineamientos básicos para que tanto las empresas de televisión como las de telefonía fija ingresaran al mercado del Triple Play; entre ellas, destacaban las que el gobierno había interpuesto a Telmex: acuerdos de interoperabilidad, portabilidad numérica e interconexión. De lograr una mejora en estos puntos, la SCT propuso revisar su titulo de concesión para ver la viabilidad de un cambio.
A la fecha, aunque muchas veces obligado por la ley, Telmex han ido firmando diversos acuerdos técnicos y de negocios para que otras compañías y productos puedan operar de manera conjunta, aunque para ser sinceros estos acuerdos de interoperabilidad se han realizado principalmente con Telcel. De la misma manera, cedió (no sin su resistencia jurídica) para que en 2007 la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) emitiera el acuerdo de portabilidad numérica para que los usuarios de determinada compañía pudieran cambiarse a otra sin perder su número telefónico.
Sin embargo, el tema de la “interconexión” es lo que más ha provocado las diferencias entre el gobierno, las otras compañías de telefonía y Telmex-Telcel, pues éstas últimas al concentrar el mercado de la telefonía fija y celular, han establecido un precio no menor de 95 centavos por minuto para permitir que usuarios de una compañía se comuniquen con los usuarios de Telmex-Telcel.
Recientemente, la Cofetel a través de seis litigios fijo una tarifa de interconexión para la telefonía móvil de 39 centavos por minuto. Tarifa que ni Telcel ni Telmex han respetado; de ahí las multas por más de 25 mil millones de pesos que ambas empresas tienen que pagar por “prácticas monopólicas”.
No es por pensar mal pero ¿Qué no las mismas reglas tienen que aplicarse a los planes de extensión que Televisa ha emprendido al comprar de manera irregular gran parte de las acciones de Iusacel, cuando su titulo de concesión no establece que pueda ofrecer esos servicios? ¿Qué no debe revisarse igualmente la decisión de Televisa de aumentar su participación de 58.3% a 100% en Cablemás, de adquirir TVI (empresa de cable de Monterrey) y a la empresa Megacable?
¿No que habría trato parejo para todos? ¿Por qué no emitir el Convenio del Acuerdo de Convergencia para establecer las reglas del juego? ¿O será que nos quieren vender “corderos” por presidentes?
Acá les dejo parte del programa en que Carmen Aristegui entrevista a la ez Secretaria de Comunicaciones y Transportes, Purificación Carpinteyro, sobre el tema.
televidencias 