Los muertos de nadie, la fosa de todos.

Publicado: diciembre 1, 2013 en Violencia y narcotráfico

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Por Darwin Franco

Los 67 cuerpos encontrados entre los municipios de La Barca (Jalisco) y Vista Hermosa (Michoacán) representan ya la segunda fosa clandestina más grande del país, sólo después de la de San Fernando, Tamaulipas, donde se recuperaron los cuerpos de 72 migrantes. Sin embargo, esto no parece generar mayor indignación en un estado como Jalisco donde el hecho no ha pasado de la sumatoria de los cuerpos.

Nadie sabía que ahí estaban estas 67 personas, en al menos 22 fosas, que se fueron encontrando desde aquel doliente 7 de noviembre que sin buscarlos, pensarlos e imaginarlos, fueron hallados, por error y por fortuna, porque nos los buscaban a ellos sino a dos agentes de la Procuraduría General de la República (PGR), René Rojas y Gabriel Quijadas, de quienes no se sabe nada desde el domingo 3 de noviembre.

Los buscaban a ellos, el operativo fue por ellos y de pronto la realidad se nos apareció de golpe en 67 cuerpos que con nombre y apellido dan cuenta de la extensión de la violencia entre dos estados azotados por el mismo mal. El hallazgo de estas “fosas” es la caja de pandora que expone el tamaño de la violencia que se vive en Jalisco.

Hasta ahora las pesquisas sostienen que las víctimas posiblemente podrían pertenecer o ser bajas colaterales de la disputa que mantiene por la plaza en los límites entre Jalisco y Michoacán: el Cártel Jalisco Nueva Generación y Los Caballeros Templarios. Sin embargo, lo único que sabemos es que desde la desaparición de los agentes René Rojas y Gabriel Quijadas, el 3 de noviembre, se implementó un operativo de búsqueda, el cual se incrementó cuando en el kilómetro 4 de la carretera Sahuayo-Vista Hermosa, en la comunidad de Briseñas (Michoacán), fue hallada su camioneta calcinada.

A partir de ello, el 7 de noviembre fueron detenidos 22 policías municipales y tres civiles del municipio michoacano de Vista Hermosa por estar presuntamente relacionados con la desaparición de los agentes de la PGR y por formar parte del Cártel Jalisco Nueva Generación. De las indagatorias se supo que en los límites entre ambos estados existían fosas clandestinas. Ese mismo día inició el horror al encontrar los primeros 17 cuerpos.

Días más tarde, el 21 de noviembre, se montó un operativo en un terreno amplio ubicado en la carretera que une a La Barca con la comunidad de Briseñas,  y fue ahí donde la muerte circundante se fue haciendo visible hasta llegar a las 67 víctimas.

De estas 67 personas, a la fecha, no sabemos nada, salvo que ninguno de sus cuerpos pertenece a los elementos  desaparecidos de la PGR, como sostuvo su titular Jesús Murillo Karam. También nos han dicho que ninguno de ellos es michoacano, como precisó la Procuraduría General de Justicia de aquel estado, luego de que los estudios de ADN practicados a las víctimas arrojaran tan contundentes resultados.

Eso mismo le han dicho a los familiares de desaparecidos provenientes de ambos estados que se desplazaron a La Barca para pedir información sobre la identidad de los cuerpos. Todo ha sido silencio, vueltas y frases terriblemente escuchadas: “Aún no tenemos la información; los análisis de ADN están en marcha; les informaremos pronto; no deje de llamarnos, tengan confianza”. Sí, confianza.

A nadie se le dice nada y, por ello, no sabemos aún quiénes son, por qué terminaron ahí, qué infortunio de la vida los colocó en esa situación. No nos dicen, quizá, porque ninguno de ellos es/era agente de la PGR, o porque todos ellos fueron asesinados en Michoacán y enterrados luego en Jalisco (o viceversa), porque se dice que eran criminales, porque fueron hallados, por error o por fortuna, cuando se buscaba a dos agentes aún desaparecidos.

No los buscaban a ellos, pero su aparición merece respuestas, los cuerpos reclaman su identidad e historia, y nosotros (todos) requerimos saber qué paso en este hecho tan lacerante que apenas despertó la indignación de los habitantes de Jalisco.

Nota: Este texto será publicado de manera más amplia en la sección Estados de la República de Nuestra Aparente Rendición http://www.nuestraaparenterendicion.com/index.php/estamos-haciendo/estado-de-la-republica) en los próximos días.

comentarios
  1. asdfg dice:

    ¿Por qué le llamas «narco-fosas» si en el penúltimo parrafo afirmas que «A nadie se le dice nada y, por ello, no sabemos aún quiénes son, por qué terminaron ahí, qué infortunio de la vida los colocó en esa situación»?, No es bueno poner calificativos -narco- cuando no se tiene confirmada la información, con simplemente señalar que son fosas clandestinas es suficiente y aun sigue siendo lamentable.

  2. darwinfranco dice:

    Estimado lector agradezco la observación y ya he corregido tu señalamiento.

  3. Marlene Barba dice:

    Reblogueó esto en Ciberperiodismo.

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